Doom 64 y Guilty Gear 2: Con otro nombre molarían.

Hay juegos que la historia ha castigado duramente y ha relegado al olvido injustamente. Algunos de ellos ha sido por no saber llegar al público adecuado, como es el caso del genial Beyond Good and Evil. Otros simplemente han tenido la mala fortuna de tener el nombre equivocado, normalmente el de una gran franquicia a la que no han sabido estar a la altura.

No se trata de juegos malos, ni mucho menos, pero soportar el peso de la losa que es llevar un gran nombre siempre es una carga, porque te obliga a estar a su nivel o morir. Que se lo pregunten al hijo de John Coltrane.

A continuación, despues del salto, dos ejemplos. Sigue leyendo